El modelo primario-exportador con el que América Latina creció desde las últimas décadas del siglo XIX ya había comenzado a mostrar síntomas de agotamiento, en algunos países, a partir de la I Guerra Mundial. Sin embargo, fue durante la crisis de 1929 cuando ese modelo entró en su crisis más profunda, que obligaría a cambiar la estrategia de desarrollo en muchos países.
La crisis se manifestó en América
Latina bajo la forma de una profunda caída de los precios de materias primas y
alimentos exportados, y de los volúmenes exportados. La capacidad de compra de
las exportaciones se redujo notablemente, siendo Chile el país más afectado,
con una reducción de aproximadamente el 80%. El mercado mundial se contrajo
drásticamente y la economía mundial se fragmentó en distintas áreas bajo la hegemonía
de distintas potencias y monedas.
Ante esta situación los distintos
países latinoamericanos pusieron en práctica, diferentes políticas defensivas.
A grandes rasgos se trataba de contraer lo más posible las importaciones y
evitar la salida de capitales, para intentar así equilibrar la balanza de
pagos. Sin embargo, el principal mecanismo para reducir las importaciones
fue la caída del nivel de actividad económica y una fuerte reducción de la
demanda interna.
Empujados por las urgencias
económicas y los cambios sociales que se iban produciendo, muchos gobiernos
impulsaron políticas de industrialización. Entre los puntos débiles de
estas políticas pueden mencionarse los siguientes Existió una obsesión por
reducir las importaciones, siendo débil la preocupación por diversificar
exportaciones. Las reformas sociales dejaron mucho que desear en la mayor parte
de los países, manteniendo en el continente muchas de las características que
aún hoy lo distinguen por su alta desigualdad.
Sin embargo, la industrialización
estuvo muy lejos de ser un fracaso. Muy por el contrario, durante las décadas
centrales del siglo XX América Latina registró sus mayores avances en
desarrollo humano, tanto por el crecimiento del ingreso, la ampliación y
profundización de la cobertura educativa, como por las mejoras de los sistemas
de salud que hicieron elevar considerablemente la expectativa de vida.
Desde el punto de vista
productivo los avances fueron notables: se amplió fuertemente el sector
industrial, se acumularon capacidades empresariales, tanto públicas, como
especialmente privadas; aumentó significativamente el nivel de la mano de obra
y su formación técnica; surgieron empresas.
En otros países, como Colombia,
México y los centroamericanos, que habían ido desarrollando políticas de
industrialización exportadora, el cambio de modelo vino más determinado por
fenómenos como la deuda externa de los años 80, originada en buena
medida en los mercados internacionales, que promovieron un drástico cambio en
los movimientos de capitales, dejó a los países latinoamericanos expuestos a una
crisis de gran magnitud.
ACTIVIDADES;
Lee el documento, desarrolla el glosario y responde:
1.
Cómo se manifestó la crisis económica en América Latina en el siglo XX.
2.
Qué medidas adoptaron los países latinoamericanos para responder a la crisis
económica.
3.
Realiza un cuadro comparativo sobre los aspectos positivos y negativos de las políticas de
industrialización en América Latina.
ACTIVIDAD COMPLEMENTARIA
Elabora
el mapa de América Latina y ubica los países que, afectados por la crisis
económica, desarrollaron procesos de industrialización.
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